Con la misa de consagración de la Sagrada Familia de Barcelona, el Papa finalizó su visita a España, en una ceremonia aprovechó para manifestar su rechazo a la eutanasia y el aborto, así como para abogar por la familia y los matrimonios heterosexuales.
Benedicto XVI finalizó así una visita de dos días a España que comenzó ayer en Santiago de Compostela y ha culminado esta tarde en Barcelona con una ceremonia de despedida con la presencia de los Reyes y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En su visita Benedicto XVI emitió un claro mensaje sobre la defensa de los valores de la familia que defiende la Iglesia católica, y ha querido escenificarlo ante las miles de personas congregadas en la Sagrada Familia para asistir a la misa de consagración de este símbolo religioso y a la vez icono universal.
Horas más tarde, en la ceremonia de despedida y ante los Reyes y el presidente del Gobierno, ha remarcado su mensaje al anunciar que rezará para que "todos los pueblos de España" reciban los "dones celestiales" que les ayuden "a vivir como una sola familia".
Las 22 horas del Papa en Barcelonacombinaron el carácter ceremonial de la misa de la Sagrada Familia con otro marcadamente emotivo durante la visita esta tarde a la obra benéfico-social del Niño Dios, donde se han producido escenas de cálida complicidad entre el Pontífice y los niños discapacitados y sus familiares.
Fuente: EFE